¿Donde está La Franja Amarilla?

Colombia se ha convertido en un país generador de violencia, lleno de inseguridad y de muchos problemas más, todo esto se debe a quienes “han venido gobernando nuestra voluntad, a aquellas personas que supuestamente nos representan y luchan por el bienestar, el crecimiento y el mejoramiento del país”, cuando en realidad lo que hacen es buscar el bienestar propio, dejando a un lado los intereses y las necesidades de la población, por esto vemos como crece día a día la corrupción, como mientras muchos sectores pasan necesidades y no tienen opción de emplearse, otros se enriquecen a costa de los mas débiles.
Es asombroso ver cómo la población a pesar de su inconformismo y su indignación por la situación política y social que se presenta no hace nada, no se manifiesta, no quiere o no es capaz de expresar lo que siente. Cómo desde los indígenas hasta las personas que habitan en las ciudades se han visto inmersas de manera directa o indirecta en un conflicto que lo único que busca es la subsistencia de una minoría que ha logrado controlar nuestra sociedad desde todos los puntos de vista, cómo ilustres de nuestra sociedad, que buscan mejorar la situación de muchos habitantes del territorio que están sumergidos en la pobreza absoluta y no pueden salir de ésta, son asesinados vilmente (como lo fue Jorge Eliécer Gaitán) para impedir que aquellos que son “menos pujantes” no puedan sobresalir en la sociedad y llegar a ocupar altos cargos en ésta.
Por otro lado, también podemos encontrar el problema económico que se viene dando desde que viejos comerciantes se preocupaban solamente por sus intereses personales, evitando así que Colombia se convirtiera en un país de mayores exportaciones, quedando como mero exportador de materias primas y como un amplio consumidor de manufacturas extranjeras. Este problema impidió el desarrollo industrial de nuestro país, el crecimiento de las infraestructuras de nuestras ciudades, y demás, contribuyendo así a la situación vigente que se presenta: desempleo, violencia, inseguridad, manipulación, corrupción etc. Por lo que las personas de la clase menos favorecida se vieron obligadas a recurrir a las salidas más fáciles para obtener recursos económicos como el narcotráfico, el sicariato, entre otras.
Esta situación puede cambiar, todos unidos podremos acabar con tanta corrupción y tanta desigualdad que nos empapa día tras día, como lo menciona nuestra amiga extranjera en el libro “¿Donde está la franja amarilla?”, somos un con mucho talento, muchas facultades, capacidades, habilidades para darle fin a todo esto, para salir adelante y demostrar que nosotros también podemos crecer tanto física como espiritualmente.